Eficacia de los tratamientos antiazulado para madera verde: influencia de los productos protectores actuales.  1ª Parte

Eficacia de los tratamientos antiazulado para madera verde: influencia de los productos protectores actuales. 1ª Parte

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Eficacia de los tratamientos antiazulado para madera verde: influencia de los productos protectores actuales

1ª Parte

Por Oriol Munné, Maite Maiora y Maider Arana.

 

INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES:

Los procesos de biodegradación de la madera empiezan a producirse de manera acelerada una vez se apea el árbol del monte. Los primeros organismos que colonizan esta madera son principalmente insectos y hongos. Entre los insectos destacan aquellos que aunque no se alimentan directamente de los componentes del xilema secundario (madera) la colonizan para completar su ciclo biológico (p.e. escolítidos). En muchos casos, estos insectos son los responsables de infectar a la madera de hongos del azulado y otros microorganismos de carácter micológico (mohos). Los hongos cromógenos (hongos del azulado) afectan principalmente a la madera de conífera y sólo se alimentan de las substa1ncias de reserva de la madera y por lo tanto, no degradan la celulosa, hemicelulosa o la lignina (compuestos que otorgan las propiedades físico-mecánicas de la madera).

Mientras que los hongos del azulado pueden penetrar en el interior de la madera y generar coloraciones azules o grisáceas, los mohos, sólo se manifiestan en la superficie, alimentándose principalmente de compuestos azucarados de la propia madera.

El primer tratamiento protector que debe realizarse a la madera, es cuando esta se despieza en el proceso de aserrado. Son los tratamientos llamados de antiazulado para madera verde. La única manera de evitarlos sería mediante un secado rápido de la madera (p.e. secadero artificial) que redujera la humedad inicial de la madera a valores por debajo del 25% de humedad aproximadamente, pues estos microorganismos no pueden desarrollarse a dichas humedades.

Los tratamientos antiazulado de madera verde se realizan tradicionalmente en los aserraderos, mediante una inmersión breve de la madera en cubas de tratamiento o en algunos casos por pulverización. Este tipo de tratamiento se considera de tipo temporal, pues se entiende que en un secado natural (al aire) la madera estará sujeta a la posibilidad de infección por estos microorganismos durante los dos o tres primeros meses (tiempo en que la humedad de la madera estará por encima de un 20-30 %).

Entre la multitud de materias activas que se han ido empleando para este menester, destaca el pentaclorofenol sódico (PCPNa) por su alta eficacia a dosis bajas. No obstante, este biocida fue prohibido por las autoridades competentes durante la década de los 90, entre otras cosas por los riesgos de contaminación y toxicidad que presentaba. Esta decisión potenció a otras materias activas en este tipo de productos, aunque muchas de ellas ya no pueden emplearse a día de hoy, debido, esta vez, a la Directiva Europea de Biocidas (98/8/CE). Es el caso por ejemplo del TCMTB.2

El panorama actual contempla un número muy reducido de materias biocidas aptas para el tratamiento de la madera, lo cual ha generado la necesidad de reformular los productos protectores tradicionales y asumir el reto de conseguir los mismos resultados de eficacia que antaño. A tenor de la opinión de los aserraderos, este reto no se logrado todavía, pues la mayoría coincide en que ningún producto se comporta tan bien como los basados en PCPNa. Las repercusiones de la incidencia de hongos del azulado y mohos en la madera aserrada es un problema importante del sector primario de la madera, que en función de su incidencia genera importantes pérdidas económicas y sobretodo un malestar por los consumidores.

Sin quitar validez a las opiniones de los usuarios de estos productos, sí puede afirmarse con rotundidad que las materias activas disponibles a día de hoy, permiten prevenir de manera eficaz la aparición de hongos y mohos de la madera verde. Quizá la clave de esta contradicción radica en la praxis del proceso de tratamiento y el almacenamiento de la madera tratada. A continuación se describen brevemente los factores con mayor influencia en el éxito de la prevención de azulado y moho:

  1. Control de la calidad de la solución de tratamiento

La eficacia de los nuevos produtos antiazulado depende como es lógico de la cantidad de materias activas en la made3ra tratada. Para conseguir un nivel óptimo, la solución de tratamiento de las cubas deberá ajustarse a los niveles mínimos que recomienda el fabricante del producto, basados a su vez, por los resultados de ensayos de eficacia biológica. Por lo tanto, es imprescindible mantener un control estricto de la concentración de activos en la solución de tratamiento (p.e. mediante la realización de análisis periódicos). Ajustar dicha concentración debe ser un proceso continuo, especialmente teniendo en cuenta que tras los tratamientos, la madera verde cede agua a la cuba de tratamiento y absorbe materias activas de la solución de tratamiento, con lo que se produce de manera natural una dilución paulatina de biocidas.

Proteger a la cuba de tratamiento del agua de la lluvia, aunque debería ser de sentido común, en algunos aserraderos aun hoy no se tiene en cuenta. La calidad del agua empleada en el llenado de la cuba también puede influir negativamente en la eficacia del producto, pudiendo ocasionar una desestabilización del producto.

  1. Proceso de tratamiento4

Para garantizar que la madera ha absorbido la cantidad de producto necesario la madera debe someterse a un proceso de inmersión (cubas de tratamiento) total, durante al menos 15 segundos, siendo recomendable 1 minuto por la posible variabilidad de impregnación de las distintas especies o tipos de madera.

  1. Almacenamiento de la madera tratada

Teniendo en cuenta que los productos antiazulado son temporales, estos no están pensados para fijarse en la madera y resistir a una precipitación de agua (lluvia), con lo que una buena praxis implicaría su almacenamiento bajo cubierta. Ciertamente, este es uno de los puntos más complejos de cumplir si echamos un vistazo rápido al panorama de los aserraderos en España, pues en la gran mayoría de los casos nos encontramos que la madera se almacena al exterior, desprotegida de la lluvia.

El empleo de rastreles tratados y libre de azulado y moho es fundamental, pues constituyen una vía de infección inmediata por entrar en contacto directo con la madera. A su vez, debería retirarse o minimizarse lotes de madera descuidados, con altas afecciones de azulado, o la presencia de insectos portadores de mohos e hongos, como son los escolítidos, muy vinculados a la madera en rollo con corteza.

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Para minimizar los riesgos de aparición de hongos del azulado y mohos, deben considerarse también todas aquellas acciones que se encaminen a favorecer que la madera seque lo antes posible, pues tal y como se ha mencionado anteriormente, una vez la madera contenga una humedad inferior al 25% estará protegida de la acción de estos microorganismos. Algunos ejemplos pueden ser: apilar los castillos de madera perpendicular a los vientos dominantes de la zona, evitar que en el suelo del patio de madera se acumule agua, evitar que la distancia de la madera al suelo sea inferior a 40 cm, enrastrelar la madera con rastreles de al menos 1 cm de altura para favorecer la aireación y secado de las caras de las tablas. De esta misma forma, la separación entre tablas no debería ser inferior a 1 cm.

  1. Almacenamiento del producto protector concentrado

Los productos protectores exigen unas condiciones mínimas de almacenamiento para garantizar su calidad. La exposición de los contenedores a la acción directa del sol, en ambientes muy fríos o muy calurosos, puede repercutir negativamente en su estabilidad y por consiguie8nte, en la actividad de las materias activas.

Parte de las recomendaciones anteriores apuntadas, suponen un cambio de mentalidad en el proceso productivo de los aserraderos, difícilmente asumible a día de hoy, debido al incremento de los costes que generan. Además, teniendo en cuenta que esta manera de trabajar es la misma que cuando se usaban los antiguos productos (i.e. PCPNa), cuesta entender y asumir la necesidad de realizar este cambio.

Con todo lo anterior, en esta conferencia se presentan los resultados obtenidos en un estudio realizado por el departamento Biotek-madera de CIDEMCO donde se llevaron a cabo una valoración de la eficacia de 4 productos protectores presentes en el mercado, en las condiciones reales de un aserradero, aunque introduciendo alguna variable de las citadas anteriormente para determinar su influencia en la eficacia de los tratamientos.

  1. MATERIALES Y MÉTODOS

Productos protectors estudiados y concentraciones de producto ensayadas

Se han empleado 4 productos protectores registrados en el Ministerio de Sanidad y Consumo como productos protectores para la madera verde. En este estudio se referencian como A, B, C y D.

A continuación se expone una tabla con las materias activas de cada producto y las concentraciones de producto ensayadas. Las concentraciones de producto empleadas se escogieron atendiendo a la recomendación de los propios fabricantes:

 

PRODUCTO PROTECTOR Biocidas Concentración biocida según análisis(% m/m) Concentraciones de producto ensayadas (% m/m))
A Propiconazol 1.31 2
IPBC 2.49
B Propiconazol 2.63 3
IPBC 8.25
C Cloruro de cocoalquildimetilbencil amonio 19.72 6.5
D Propiconazol 10.24 1.2

Tabla nº1. Contenido de biocidas de los productos protectores y concentraciones de producto estudiados

Método de ensayo empleado

El método de ensayo empleado para validar los distintos productos protectores estudiados se basa en la norma Europea “prCEN/TS 15082:2004 Wood preservatives. Determination of the preventive effectiveness against sapstain fungi and mold fungi on freshly sawn timber-Field tests”.9

Se emplea madera verde de pino radiata A partir de tablas se dimensionan las probetas (1 m x 0.12 m x 0.02 m) y se  seleccionan descartando las que presenten duramen, azulado y moho. Las probetas seleccionadas se identifican mediante un código, enumerando un total de 150 probetas por producto ensayado.

Variables del proceso de almacenamiento

En el estudio se incorporaron 2 variables; el efecto del enrastrelado y el efecto de una cubierta o tejadillo. Con todo ello, las probetas de cada producto se dividen en 3 lotes de 50 probetas (sin enrastrelar, con rastreles de 2 cm de altura y con rastreles y un tejadillo de plástico de la misma superficie que el castillo de madera).

El objetivo de emplear 3 tipos de castillos distintos era evaluar el efecto de la disposición de la madera en su infección por hongos de azulado y mohos, entendiéndose que a priori una disposición con rastrel y con tejadillo proporcionaría una mayor celeridad en el secado de la madera y por lo tanto, una reducción de las infecciones de mohos y azulado.

Tratamiento y almacenamiento

Una vez obtenidas las probetas se procede a realizar los tratamientos mediante la inmersión total durante 15-25 segundos en una cuba de tratamiento de pequeñas dimensiones.

Para calcular la retención de producto aplicado se realiza un muestreo de un mínimo de 10 probetas por producto, registrando la masa antes y después del tratamiento. Con este registro y conociendo la concentración de producto en la solución de tratamiento junto con la superficie de la probetas se está en disposición de calcular la retención de producto en gramos metro cuadrado.

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Los castillos de las maderas tratadas se disponen todos juntos en medio de una de las vías de secado al aire del aserradero donde se ejecutaron los trabajos.

Evaluación de las probetas

La evaluación de las probetas consiste en examinar la superficie de las probetas y determinar el porcentaje que ocupan los microorganismos (hongos de azulado y moho) presentes. Esta evaluación se realiza 3 veces (una vez al mes).

A continuación se muestra el sistema de evaluación empleado, que se refiere al grado de ataque de la probeta por hongos cromógenos y mohos (basado en los criterios definidos en la normativa europea):12

  • 0 = limpio 0% cobertura de la probeta
  • 1 = leve < 10% cobertura
  • 2 = medio 10% a 25% cobertura
  • 3 = fuerte 26 a 50% cobertura
  • 4 = severo > 50% cobertura

Teniendo en cuenta que la humedad juega un papel muy relevante en el desarrollo de azulado y mohos, en cada evaluación se registra el contenido de humedad de unas cuantas probetas con el fin de incorporar más datos en la discusión e interpretación de resultados.