Manuales y consejos sobre el azulado de la madera

Manuales y consejos sobre el azulado de la madera

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Por FKR Química

El primer daño que se produce en la madera de coníferas una vez apeado el árbol es el conocido como “azulado”. Se manifiesta por una coloración que va desde el gris azulado al negro en la madera de albura.

Cuando el árbol está tumbado la madera verde presenta un alto contenido de sustancias nutritivas, como azucares y almidones, lo cual favorece el desarrollo de estos microorganismos, ya que son las sustancias de las que se alimentan.

El azulado está producido por una serie de hongos inferiores denominados hongos cromógenos. No pueden ser considerados organismos xilófagos porque no degradan la celulosa ni la lignina.

Las condiciones de humedad y sobre todo de temperatura van a determinar la velocidad de desarrollo del micelio, de gran importancia pues el azulado no se manifiesta hasta que la concentración de hifas es grande. Puede estar la madera infestada interiormente sin que se aprecie al exterior.

Dichas coloraciones merman la calidad, en términos estéticos, de la madera y en consecuencia limitan su mercado y sobre todo su precio, llegando a sufrir devaluaciones de hasta un 70% de su valor comercial.

Para evitar estos ataques se debe utilizar un biocida y realizar el tratamiento adecuadamente

Consejos

– Utilice un producto inscrito en el Registro Oficial de Biocidas.

– Respete la dosificación indicada por el fabricante del producto.

– Realice la mezcla en un recipiente a parte, introduzca primero el producto y después el agua en la proporción indicada, y una vez homogeneizada introdúzcala en el baño de tratamiento.

– Controle la dosificación y realice análisis cada mes. ( tenga en cuenta que la madera siempre va a absorber mas producto que agua, por lo tanto la dosificación tenderá a ir bajando conforme vaya tratando, cuanto más trate más se notará esta disminución)

– Si llueve mantenga a cubierto la madera recién tratada. (Evitar el deslavado)

– Respete el tiempo mínimo de inmersión de 2 minutos, si no es posible aumente la dosificación.

– Si el paquete a tratar no va rastrelado, aumente el tiempo de inmersión a más de 5 minutos.

– Una vez tratada, la madera debería almacenarse en un lugar seco, lo mayor ventilado posible y a cubierto, protegida de los agentes atmosféricos. Por una parte para evitar la lixiviación o deslavado de los principios activos y por otra parte para no generar el hábitat idóneo para el desarrollo de los microorganismos destructores.

Tratamiento Fitosanitario (Térmico) NIMF 15

Nunca realice el Tratamiento Térmico (NIMF 15) después del tratamiento antiazulado.

En el caso que no sea posible, asegúrese que la madera esté seca y que su contenido de humedad sea menor de un 20%.

La aplicación del tratamiento térmico después del baño hace que el producto utilizado se evapore y pierda todas sus propiedades fungicidas/bactericidas.

Al mismo tiempo, la humedad de la madera y el calor que se le aplica, provocarán y facilitarán la aparición de colonias de mohos en la madera.

Mohos

En los últimos años se viene observando un aumento muy significativo en la proliferación de MOHOS (Trichoderma, Penicillium…).

Cuando un aserradero despieza un árbol en rollo para obtener tablas y tablones, esta madera siempre estará sujeta al ataque de HONGOS y de MOHOS, pues en el ambiente están presentes distintas concentraciones de las esporas de estos microorganismos. En función de la época del año las concentraciones de esporas son distintas y así, el riesgo de ataque, y su virulencia, también varía.

En los últimos años se viene observando un aumento muy significativo en la proliferación de MOHOS

(Trichoderma, Penicillium…). Una de las explicciones que toma mas fuerza es la proliferación de la llamada “agricultura ecológica” y la utilización de agroquímicos de origen biológico que emplean a mohos como agente activo (los más usados son del género Trichoderma y Penicillium) que pretenden proteger a los cultivos de ciertos ataques de hongos (por competencia directa).

Estas colonias de MOHOS que de por sí no son nocivos para las cosechas ni para los seres humanos están creando un grave problema en todo el mundo al Sector maderero.

Las esporas del moho están presentes en el ambiente: en el agua, en el aire, en la vegetación, en el suelo…pueden proceder de residuos, patio de troncos, bosques, agua estancada, arboles enfermos… las esporas son invisibles al ojo.

Hay que tener en cuenta que muchos de estos microorganismos no responden, en su mayoría, a los tratamientos convencionales contra el azulado. Por lo que hay que buscar el biocida adecuado para controlar cada tipo de MOHO.

La presencia de moho en la madera no afecta a la estructura ni a las propiedades físicas de la madera, pero modifica severamente su apariencia y calidad estética provocando una gran disminución de su valor económico.

Los mohos aparecen como crecimientos amorfos en la superficie de la madera con una amplia variedad de colores y apariencia. La coloración puede ir desde el blanco, rosa, marrón, verde hasta negro.