
Protectores hidrodispersables (emulsiones) para la madera.
Por Esinal Ediciones
Son emulsiones cuya formulación comprende, al igual que los protectores de síntesis en disolvente orgánico, principios activos fungicidas e insecticidas, un solvente orgánico y coadyuvante, a los que se agrega un emulgente o emulsionante para producir una buena dispersión en agua.
Son por tanto, productos en solución orgánica concebida para ser emulsionados en agua, lo que permite abaratar costos en forma considerable.
El tamaño con que se emulsionan estos tipos de productos es importante para que aumente la profundidad con que penetran en la madera y el hecho de que los productos no sean solubles en agua dificulta su deslavado, si bien se mejora esta cualidad añadiendo a las materias activas resinas fijadoras.
Es por esto que las emulsiones deben ser lo más finas posible en función del tamaño de la partícula utilizados, pero en la protección de la madera se suelen usar micro emulsiones coloidales que no obstante, no llegan a constituir soluciones verdaderas o moleculares ya que siguen siendo un sistema heterogéneo.
La fijación de las materias activas se realiza normalmente a través de la resina o en su caso por fijación química de los principios activos a las fibras de la madera.
Se los podría considerar como productos intermedios entre los protectores hidrosolubles y los protectores en disolvente orgánico. Con los primeros tienen en común el vehículo para ser introducidos en la madera, y con los segundos los principios activos.
Este tipo de antisépticos comenzó a desarrollarse a partir de la crisis del petróleo del año 1981, con el fin de sustituir como vehículo de los principios activos, a los solventes derivados del petróleo por agua.
Al ser productos de reciente aparición en el mercado, es arriesgado sacar conclusiones acerca de sus prestaciones, aunque se puede mencionar a su favor la eficacia de sus materias activas, y en su desmedro, que producen el hinchamiento de la madera recién tratada.
Son los productos con más amplio desarrollo sobre todo en tratamientos superficiales por las ventajas de no manchar la madera, ser compatible los encolados o acabados posteriores y por el menor daño ambiental que supone la utilización como vehículo del agua frente a los disolventes orgánicos.
La madera tratada con protectores hidrodispersables, por regla general no cambia de color, admite un acabado posterior, es compatible con la mayoría de los adhesivos, no es corrosiva para los metales ni para los plásticos, no ve aumentada su inflamabilidad y no mancha los materiales con los que está en contacto.
El uso de este tipo de protectores se realiza mediante el tratamiento de Inmersión o pulverización.