Visita virtual al interior de un termitero español
Visita virtual al interior de un termitero español
David Mora del Pozo, Director Técnico de Aplytec Medio Ambiente sl.
Durante los últimos años, diversos medios de comunicación, han puesto de manifiesto la presencia de un insecto que avanza por el interior de nuestros cascos urbanos. Si bien es cierto que su tamaño es diminuto (3-5 mm), no lo es la magnitud de los daños que provoca tras su paso. Su nombre cada vez produce más temor; nos referimos a las termitas subterráneas.
A medida que avanzamos en el tiempo, medios como Internet, están permitiendo tener un conocimiento más amplio y exacto de lo que son en realidad las termitas, sin embargo, estas aún continúan siendo unas grandes desconocidas, tanto para los que padecen su presencia, como para gran parte de los profesionales del sector de control de plagas, responsables de su control.
Materiales y Métodos
Con el fin de poder adquirir un conocimiento más exacto sobre los miembros que componen un termitero y cuáles son realmente sus funciones, en las instalaciones de Aplytec se ha creado un área de observación de termiteros subterráneos. Para ello se han reproducido las galerías y cavidades que forman parte de una ciudad subterránea, en expositores que han permitido la observación de las distintas castas que conforman una colonia de termitas, tal y como esta está en funcionamiento en el interior de nuestros cascos urbanos.
La especie objeto de estudio es Reticulitermes grassei, según indican los resultados de ADN facilitados por CIDEMCO. Para la formación de nuevos termiteros se han capturado: 1.-ejemplares de termitas aladas, (reproductores primarios), y 2.- grupos de termitas, entre los que encontramos individuos de las castas: obreras, soldados y ninfas.
Para la realización de los expositores se han utilizado los siguientes materiales:
-Arcilla, cristal 6mm, vermiculita, yeso, cemento blanco, celulosa en polvo Whatman y arena.
Para la captura de imágenes se han utilizado el siguiente material:
Fotografía: Cámara: Canon EOS 300D y Canon EOS 30D. Objetivos: Canon MP-E 65mm f2.8 1x-5x, EF 17-40 f4 L USM, 18-55 mm f3.5-5.6 EF-S invertido. Flashes: macro MR-14EX, MT-24EX y 430EX Speedlite 430 EX TTL. Accesorios: Tubos extensión Kenko, invertidor de objetivos novoflex, canon extender 2x, fuelle adaptador para objetivos macro.
Resultados
A partir de este momento, vamos a tratar de realizar un viaje imaginario que nos lleve al interior de un termitero de la península ibérica. Podemos pensar que introducimos una diminuta cámara que realizará un viaje en compañía de una termita por el interior de todo un laberinto subterráneo.
Iniciamos este viaje desde una viga que está siendo atacada por estos insectos, estando esta ubicada tras la escayola de una tercera planta de un edificio del casco antiguo de Madrid. Los inquilinos han observado algo realmente extraño, pues ven cómo del techo aparece una especie de estalactita de tierra, jamás observada por ellos anteriormente. Tras llamar a un técnico especialista en termitas, deciden introducir una cámara de video que les permita observar quienes son los responsables directos de esta singular forma.
La primera imagen, muestra cómo unas grandes mandíbulas tratan de coger la diminuta cámara, no cabe duda, son las mandíbulas de los soldados. Estos siempre acompañan a las termitas obreras, que realizan expediciones en busca de nuevas fuentes de alimento. Cuando observamos su comportamiento en el interior del termitero, notamos que están casi siempre inmóviles, alrededor de la pareja real, de los reproductores secundarios, de las larvas y de las obreras. Su función dentro de la ciudad está bien definida; son los responsables de mantener la protección, para lo cual estos policías o militares, utilizarán dos técnicas de alerta dentro de la misma: o bloquean con sus mandíbulas el paso de las galerías frente a un intento de invasión de otros insectos, o bien producirán un ruido (en ocasiones audible para el ser humano) mediante una especie de convulsiones que permitirán trasladar por las paredes de las galerias una señal de peligro o alerta.
Su vida depende absolutamente de la existencia de las obreras, dado que por sí mismos son incapaces de alimentarse y excepcionalmente, de otros miembros de la ciudad como los reproductores secundarios.
Durante nuestro viaje, en realidad vamos a poder observar tres tipos de individuos o castas con unas funciones y trabajos muy específicos dentro de esta ciudad subterránea, nos referimos a las obreras, los soldados (a los cuales ya hemos tenido el gusto de conocer) y los reproductores. Las obreras son el estómago del termitero, los soldados representa la seguridad del mismo y las reproductoras representan el futuro ilimitado de esta subterránea ciudad. Pero si tuviéramos que hacer referencia a las verdaderas protagonistas, sin lugar a dudas, hablaríamos de las obreras.
Al seguir a una termita obrera, podremos ver que esta estalactita en realidad está conectada a una viga de madera, la cual fue atacada desde su cabeza empotrada en los muros del edificio. Una fuga de agua de uno de los bajantes propició que las termitas encontraran en este lugar unas condiciones óptimas de humedad, temperatura y alimentación.
Sin embargo, estamos tan sólo frente a una de las muchas fuentes que sirven de alimento a esta ciudad subterránea. Dentro la casta de las obreras, podemos observar que existen individuos con una organización excepcional.
Una parte de ellas tras localizar una nueva fuente de alimento, de forma sistemática, emprenderán otra nueva aventura en busca de nuevas fuentes de alimentación, de forma que el abastecimiento de la ciudad esté siempre garantizado.
Mientras que unas obreras acuden siempre a la misma fuente de alimento hasta agotarla, otras, de forma completamente aleatoria, acudirán durante sus 24 horas de trabajo continuado, a distintas fuentes.
Otras obreras serán las responsables del cuidado y alimentación de los primeros huevos y larvas, para lo cual, disponen de una especie de ‘guarderías’ ubicadas éstas en recintos creados con este propósito, en las cuales las pequeñas termitas reciben todo tipo de cuidados, y desde donde aprenderán las distintas funciones que desarrollarán durante el resto de su vida, estando ésta comprendida entre 8 o 10 años.
También las obreras, serán las responsables del trabajo tan singular que precisa las mudas de otros individuos. Por lo general participarán entre 6 y 9 individuos, los cuales de forma organizada ayudarán a desprenderse de esta especie de ‘prenda usada’ y que se convertirá en un suculento manjar. Entre los meses de marzo y abril, se llegar a desarrollar una actividad realmente frenética en este sentido, pues cientos, y en algunos casos miles, de ninfas precisarán la ayuda de las obreras para poder, de forma casi milagrosa, convertirse en la fase alada. Este trabajo requerirá de una o dos semanas, tras las cuales, todos los individuos alados aguardarán pacientemente el día en el que saldrán al unísono hacia un vuelo que, lejos de ser triunfal, por lo general, llega a ser mortal, pues hormigas, arañas y especialmente pájaros, pues suponen un festín para ellos. La distancia máxima de estos vuelos, los cuales hemos podido presenciar, es de unos 100m lineales.
Durante nuestro recorrido, vamos a poder observar una cavidad realmente extraña, pues de forma moribunda, notamos cómo termitas enfermas se desplazan hacia este lugar en espera de culminar sus vidas. Dado que estas enfermedades pueden llegar a perjudicar seriamente la supervivencia de la ciudad, una obreras serán responsables del emparedamiento de las enfermas, en ocasiones, incluso antes de morir éstas. Hablamos de un cementerio dentro de la ciudad.
Una de las enfermedades de las termitas es conocida como ‘maladie rose’(1), por su aspecto rojo en aquellas termitas que la padecen como consecuencia de una infección por Serratia marcescens.
Cuando una termita muere accidentalmente, si hay escasez de alimentos, o de vejez, el canibalismo entre las termitas es sumamente común. Los restos de estas termitas son considerados como algo realmente exquisito, por lo que en ocasiones lejos de querer compartir, se apresuran en consumir estos restos. En muy raras ocasiones, este tipo de actuaciones pueden desembocar en un accidente mortal.
Si durante este canibalismo pudiéramos aumentar la visión de nuestra cámara a rangos microscópicos, observaríamos como las termitas en realidad están ‘llenas de vida’, nos referimos a todos los protozoos simbiontes que permiten la digestión de la celulosa consumida por nuestras amigas.
Continuando con nuestro viaje, rara vez veremos la cavidad nupcial, entendiendo ésta, como la cámara que dio origen a esta ciudad tras el acoplamiento de una pareja de termitas aladas. Las verdaderas responsables del crecimiento de esta ciudad, son los conocidos, como reproductores secundarios, de reemplazo, o neoténicos. Tras la separación accidental o intencionada de grupos de termitas, éstos aparecerán casi de forma automática, permitiendo que la vida de esta ciudad, sea realmente sin límite en el tiempo. Se les puede identificar fácilmente por su tamaño, pero muy especialmente por una marca en la cabeza muy singular.
Como hemos podido comprobar, estamos dentro de una ciudad en la cual todos los servicios que esta precisa están bien cubiertos. Podemos recordar la presencia de guarderías, los recintos para las mudas, las exploradoras incansables en busca siempre de nuevas fuentes de alimento, los cementerios, las cámaras de reproducción, y todo esto a través de una organización excepcional que permite la comunicación y el orden entre miembros, en su mayoría, ciegos.
Conclusión
Hay una realidad que no podemos obviar, y es que el cambio climático, junto a otros factores, está favoreciendo que las termitas, que desempeñan una papel vital y necesario en nuestros campos, se vayan desplazando al interior de nuestros cascos urbanos, encontrando en estos, menor cantidad de enemigos, refugio, alimentación, mayor protección y una buena temperatura, casi constante durante todo el año en el interior de nuestras viviendas.
Hasta el momento han ganado terreno, y continúan haciéndolo en nuestras ciudades. Cuentan con un aliado excepcional, nos referimos al desconocimiento, unido este al desinterés y falta de conciencia, de lo que son en realidad las termitas. Son un ejército infatigable, incansable.
Esperamos que esta presentación haya podido servir para que las termitas vayan dejando de ser las grandes desconocidas, y que podamos poco a poco, equiparnos con los conocimientos y las herramientas que permitan una control más respetuoso con nuestro medio, y especialmente mucho más eficaz, porque hasta la fecha, ellas trabajan con ventaja.
Bibliografia:
Termitologia Tomo III, pág. 225 «- LAS BACTERIAS PATÓNENAS», Termitologia Tomo III
Comportamiento social, Ecología y Evolución, por Pierre-Paul Grassé