Ignifugación de madera en profundidad
Por Molduras del Noroeste, S.L
La empresa Molduras del Noroeste, S.L. lleva más de 15 años ignifugando madera maciza mediante un tratamiento de ignifugación desarrollado en el año 2002, el cual se basa en la aplicación de un producto ignifugante (de desarrollo propio) en un autoclave por el sistema Bethell, o sea bajo ciclos de vacio-presión, lo que garantiza una penetración en profundidad en la madera, en concreto una penetración NP5 (total en albura) según la norma UNE-EN 351-1:2007 en especies impregnables como son el Pino Rojo (Pinus Sylvestris) o el Pino Tea (Pinus Taeda) para espesores de hasta 32 mm. Posteriormente la madera en macizo se seca en un secadero industrial hasta alcanzar la humedad de equilibrio adecuada para poder ser mecanizada y aplicar posteriormente los acabados finales.
En la actualidad la empresa dispone de una amplia gama de productos ignifugados en madera maciza de diferentes especies con diversos acabados y prestaciones, todos ellos ensayados y clasificados bajo la norma europea UNE EN 13501-1:2007 en el laboratorio del fuego Afiti-Licof, el cual está acreditado por ENAC, y ostentan el marcado CE certificado por AENOR, cumpliendo así los requerimientos y exigencias para los materiales de construcción definidos en el Código Técnico de Edificación (CTE).
Si bien en España ya existían regulaciones y ensayos normalizados de ámbito nacional de los materiales de construcción respecto a su reacción al fuego, en la antigua Norma Básica de la Edificación, su aplicación y control era muy cuestionable. Es con la entrada en vigor, en el año 2006, del actual Código Técnico de Edificación (CTE) junto con las actuales normas europeas cuando el control de la reacción al fuego de los materiales adquiere una vital importancia y así en el caso de los productos de madera se hace necesario e imprescindible realizar un tratamiento de ignifugación para mejorar su respuesta al fuego.
Es en este punto, donde en estos últimos años han surgido nuevas empresas de tratamiento de madera con nuevos procesos, destacando su velocidad y la gran variabilidad de productos de madera que admiten, independientemente de su naturaleza. Son procesos superficiales, como la pulverización o el tratamiento en autoclave con ciclos de vacio-vacio (conocido comúnmente como VAC-VAC), donde la penetración en la madera es mínima (al ser productos de base acuosa) y las retenciones de producto ignifugante son una cuarta parte que las que se alcanzan en el tratamiento en profundidad. Por lo cual se ven obligados a realizar el proceso sobre producto acabado, acarreando todas las desventajas que ello conlleva, como por ejemplo, cualquier manipulado posterior del producto de madera como un simple corte, taladro, lijado, etc., puede originar un punto de ignición al quedar desprotegido y consecuentemente alterar su comportamiento al fuego. Así mismo, el riesgo de deslavado y envejecimiento natural del producto ignifugante es muy alto al estar solo en la superficie de la madera y expuesto a los cambios ambientales (luz, humedad y temperatura) y contactos físicos (rozaduras, golpes, …). Por otro lado, se pueden originar incompatibilidades con acabados posteriores, ya que estos tratamientos superficiales acumulan concentraciones muy altas del ignifugante en la superficie, por lo que la aplicación de acabados puede ser complicada o incluso imposible.
Por último, es una práctica habitual que la aplicación de barnices o pinturas ignífugas sobre productos de madera sin ignifugar, no es un tratamiento suficiente para cumplir el CTE, ya que siempre se debe ensayar el conjunto final (soporte+acabado) para clasificar según su reacción al fuego y no siempre hay una correspondencia con la clasificación del barniz o pintura ignífuga o intumescente, ya que éstos están casi siempre ensayados sobre soporte incombustible o con una reacción al fuego mejorada, y además no tienen en cuenta ni el espesor ni el sistema de montaje o instalación del producto final, factores muchas veces determinantes en el resultado de clasificación según su reacción al fuego.
Un gran número de clientes han confiado en los buenos resultados de nuestro tratamiento de ignifugación para madera maciza, entre ellos destaca el proyecto de “Rehabilitación y Reforma de la Escuela Infantil Santa Susana”, inmueble catalogado y emplazado en plena Alameda Compostelana. El edificio donde está ubicada la escuela infantil más céntrica de Santiago de Compostela, fue construido en 1909 con motivo de la Exposición Regional que se celebró en Santiago, por el arquitecto Antonio Palacios. La rehabilitación, fue realizada a cargo del estudio Arrokabe Arquitectos, y supuso el vaciado completo del inmueble, conservando únicamente las fachadas y las escaleras exteriores.
Los arquitectos, han seleccionado los Revestimientos Acústicos Ignifugados en madera maciza de Pino Rojo, modelos R2T32 y R5T32, con un acabado de barniz acusoso color velado blanco, para revestimiento de paredes y techos de algunas de las estancias y aulas. Dicho revestimiento fue fabricado con madera maciza ignifugada en Molduras del Noroeste, tratada en profundidad y de acuerdo a las exigencias del actual Código Técnico de la Edificación (CTE), el cual está clasificado según su reacción al fuego con la euroclase B-s1, d0. La instalación también se completó, de acuerdo a la normativa, con rastrel ignifugado de Pino Rojo.
Al mismo tiempo, la utilización de esta solución en madera maciza ha permitido mejorar la acústica de dichas instalaciones. Molduras del Noroeste cuenta con una gama de revestimientos acústicos e ignifugados en madera maciza integrada por 6 modelos diferentes y con coeficientes de absorción que van desde 0,5 hasta 0,77.