Qué especies de termitas podemos encontrar en España
Tan sólo un pequeño porcentaje de las especies de termitas conocidas se consideran plagas, pero estas pocas poseen un terrible potencial destructivo, capaz de provocar daños en edificios, estructuras, elementos del patrimonio histórico-artístico, asi como en cultivos y árboles ornamentales. Por tierras españolas también se distribuyen algunos de estos temibles insectos, entre los que destacan Kalotermes flavicollis, Reticulitermes grassei, Reticulitermes banyulensis y Cryptotermes brevis.
El hábitat natural de las termitas son los bosques y las sabanas, sin embargo, algunas especies viven en medios urbanos donde se alimentan de estructuras de madera o de otros productos de origen vegetal (cartón o papel) provocando en ocasiones daños irreparables, por ejemplo, por colapso de edificios, daños en el patrimonio de los ciudadanos o destrucción de piezas del Patrimonio Histórico-Artístico.
La mayor diversidad de estos insectos se da en las zonas tropicales, aunque se las puede encontrar también en nuestro país. Un artículo escrito por investigadores de la Universidad de Córdoba y publicado en el último boletín de la Sociedad Española de Entomología Aplicada (SEEA) nos explica las especies de termitas que viven en España, los daños que provocan y los métodos para su tratamiento y control.
Térmitas en España
Según los autores del estudio, en la España peninsular, incluyendo las islas Baleares, se conocen sólo tres especies de termitas que sean autóctonas: Kalotermes flavicollis, Reticulitermes grassei y R. banyulensis, mientras que en las islas Canarias se han citado tres especies más, Kalotermes dispar, Bifiditermes rogierae y Eutermes canariensis.
Por otro lado, tanto en España peninsular como en el archipiélago canario, se han citado especies alóctonas introducidas, siendo la más destacable Cryptotermes brevis, por constituir una plaga muy dañina.
De todas las especies citadas, se considera que K. flavicollis, C. brevis y las dos de Reticulitermes son las principales causantes de plagas en ambientes urbanos o agrícolas en nuestro país.
Kalotermes flavicollis
Es una especie que sólo admite una pareja reproductora en su colonia, que es de tamaño reducido y se ubica en el interior de troncos de madera. Kalotermes flavicollis es una especie problemática en España porque causa daños en cultivos leñosos (árboles frutales y viñas), también en árboles urbanos como los plátanos de sombra y es también causa de destrucción de estructuras de madera en inmuebles urbanos.
En varias ciudades se ha citado la presencia de K. flavicollis en el arbolado urbano, como Sevilla, Córdoba o Madrid pudiendo provocar la rotura de ramas de gran porte, que pueden causar daños a transeúntes. También se ha registrado su presencia en viviendas, causando daños en estructuras como marcos de puertas o ventanas y también en suelos de madera.
Al ser colonias circunscritas a la madera y de tamaño relativamente reducido, el tratamiento químico o mediante microondas es efectivo para su eliminación.
Cryptotermes brevis
Es una especie originaria de Sudamérica y diseminado por todo el mundo mediante el transporte de mercancias. Sus colonias son algo más reducidas que las de K. flavicollis, contando generalmente con unos centenares de individuos.
Al proceder de una zona árida, de balance hídrico muy negativo (costa entre Chile y Perú), soportan bien la falta de humedad y pueden vivir en los muebles de las viviendas. Su localización es difícil, ya que cuando se detectan, sus colonias pueden haber generado ya algunos enjambrazones (salidas masivas al exterior del termitero de sexuados alados, con la función de fundar nuevas colonias) y colonizado otros muebles de la vivienda. Su presencia es reconocible por un pequeño montón de excrementos debajo del mueble afectado (parecido al montón de serrín de la carcoma).
La especie está bien establecida en Barcelona,Girona y Canarias. En San Sebastián se ha confirmado su presencia pero no se puede asegurar que se haya establecido.
El tratamiento depende de dónde se localice la colonia: si es un mueble, se puede incluir en una cámara o bolsa para hacer un tratamiento de atmósfera anóxica; pero si es una estructura del inmueble, deberá hacerse tratamiento químico o choque con microondas.
Reticulitermes banyulensis y R. grassei
Estas dos especies ibéricas ocupan áreas geográficas disjuntas (Figura 6), aunque en algunas zonas colindantes se pueden hallar ambas.
Pertenecen al grupo denominado termitas subterráneas, ya que tienen termiteros difusos, con núcleos de población dispersos e interconectados por galerías subterráneas, que pueden abarcar amplios territorios.
Constituyen un grave problema cuando afectan a las ciudades, ya que si no se controlan a tiempo pueden ocupar grandes extensiones de los cascos urbanos, desde el nivel del suelo hasta varias plantas de altura.
Durante muchos años el tratamiento para su control se basaba en crear barreras químicas con sustancias tóxicas, a veces de gran persistencia. En ocasiones, estos tratamientos mal realizados provocaban la diseminación de la colonia, extendiendo el problema.
Actualmente, el método más empleado para su control es el de cebos con sustancias de baja toxicidad y efecto retardado, que actúan cuando las termitas efectúan la muda. Otra característica relevante de este tipo de productos es que permite su distribución por la colonia a través de los intercambios de comida en la colonia (trofalaxia), lo que acelera el proceso de eliminación.
Norma UNE 56418:2016
Dado el grave problema que representan las termitas en algunos municipios españoles, y con el objetivo de sistematizar las intervenciones de control de plagas de termitas subterráneas en núcleos urbanos, el comité técnico de AENOR AEN/CTN 56 «Madera y corcho» publicó en 2016 la primera versión de la norma UNE 56418 Protocolo de actuación en cascos urbanos afectados por ataques de termitas subterráneas.
Se trata de un protocolo de actuación recomendado para las administraciones públicas, organizaciones y empresas de control de plagas, en el caso de que un conjunto de edificaciones (cascos históricos, cascos urbanos, barrios, urbanizaciones, etc.) se vea afectado por un ataque de termitas subterráneas.
En la norma se establece un plan de actuación, que incluye una fase de activación (cuando se supone que puede haber una plaga de termitas), una fase de diagnóstico (para confirmar si son o no termitas), una fase de tratamiento (para la erradicación de las termitas) y finalmente una fase de mantenimiento y vigilancia.
Por otro lado, dado el desconocimiento general sobre los municipios afectados en España y para que sirva de información tanto para administraciones como para ciudadanos, se está elaborado un mapa de termitas de España, todavía en fase de desarrollo .