Rampas de acceso a edificios con material de WPC
Por Angel Lanchas Hervalejo
El piso exterior de una rampa de acceso a un edificio debe ser ancho y resistente a la intemperie, a la corrosión, y el piso compuesto de madera y plástico no solo resuelve todo tipo de problemas como grietas, deformaciones, costras, insectos y protección ambiental de la madera sólida, sino que también supera el plástico. Los problemas de desgaste, decoloración y falta de mantenimiento de pintura le ahorran tiempo y dinero para que pueda disfrutar de una vida al aire libre cómoda.
Se consiguen las ventajas estéticas y calidez de la madera natural pero mejorando sus propiedades al incorporar las ventajas de los copolímeros. El resultado es una alta durabilidad y un mantenimiento nulo proporcionando unas excelentes propiedades que alargan la vida del suelo. Este suelo de madera técnica significa un avance tecnológico importante, convirtiéndose en un material indispensable para evitar problemas que requieren las maderas convencionales. Se ahorra en tiempo y en recursos económicos.
Resistente a los
rayos ultravioleta, no envejece con el tiempo. Su naturaleza lo hace
impermeable al agua, la madera técnica impide el crecimiento de hongos y
bacterias, no se pudre con la humedad y es inmune a insectos y parásitos,
pudiéndose limpiar simplemente con agua a presión.
Estos suelos empleados en rampas de seguridad para personas con problemas de movilidad garantizan una buena estabilidad a estas personas cuando discurren por sus superficies ya que el suelo es de gran resistencia a golpes, arañazos y una rugosidad frente a los resbalamientos.
Las losetas de madera técnica de WPC se pueden instalar en todo tipo de zonas y en el caso de rampas de acceso a edificios sus caras superiores están disponibles en versiones diferentes: pulido, estriado o nudo madera. Según sean las necesidades las lamas de cada loseta se pueden configurar con diferentes colores y distintas composiciones.
Todos estos productos están fabricados con máquinas de extrusión a alta presión y temperatura, de forma que cada pieza es controlada durante el proceso en aspecto, color y dimensiones pudiéndose trabajarlas como si fuera madera natural ya que se puede cortar, serrar, atornillar, clavar a cualquier tipo de estructura metálica para afianzar el sistema de amarre.
En los últimos años, el uso de compuestos de madera y plástico es muy alto, no es exagerado decir que en muchas rampas de madera al aire libre ha sido reemplazada por la cubierta de plástico compuesto de madera denominado WPC por su nombre en inglés.
Como se puede observar en una de las fotografías, la estructura puesta en este caso es de un perfil de acero inoxidable el cual permite posicionar las lamas de WPC en una dirección de subida por la rampla. Y también se observa una distancia u holgura entre cada una de las lamas. Esto es una solución muy interesante debido a que de esta forma se evita un estancamiento de agua la cual puede producir algún charco y posible caída y por otro lado evita el posible aumento de medida de la pieza por dilatación por calor.