La goma laca, un método antiguo y precioso para restaurar muebles
Desactivado Por Web ProtecmaPor Angel Lanchas Hervalejo
La Goma laca es una resina 100% natural se extrae por la secreción orgánica del «Tachardia Laca», pequeño insecto que habita en lugares del sudeste asiático como Indonesia o Sri Lanka.
Al parásito sólo interesado en succionar savia de algunas plantas características de la región indiano y el sureste asiático. Para no ser comido por los insectos carnívoros, este afidios produce alrededor de si un escudo resinoso de color rojo oscuro, llamado lac.
En origen la colección y elaboración de la laca fue contemplada a la extracción de la sustancia colorante en ella contenida, mientras que el producto resinoso fue considerado un subproducto de la elaboración.
El subproducto resinoso ha incrementado en cambio su valor, a causa de su empleo consistente en los sectores farmacéuticos, alimentar y textil y además, del barnizado tradicional-ecológico de los muebles en estilo.
Se suele expender disuelta en alcohol desnaturalizado (mezcla de etanol y metanol) en una proporción determinada y se envasa en recipientes de vidrio o metal de distintas capacidades.
La goma laca se utiliza para el tratamiento final de de las superficies de madera de muebles e instrumentos musicales. Es uno de los tipos más antiguos de acabado debido a que seca rápidamente, protege bien y tiene una larga duración. Con el desarrollo y preparación de barnices y lacas de síntesis industrial, la goma laca ha perdido bastante la popularidad con la que gozaba antaño, pero aún mantiene un lugar importante, no sólo en el campo del acabado de la madera sino también en otras industrias.
Tipos
- Goma laca naranja. El color natural de la goma laca es naranja transparente y cuando se aplica a una superficie tiende a variar ligeramente el color de esta. No es apropiado aplicar goma laca naranja a un acabado decolorado o natural. En primer lugar porque altera notablemente el color de estas maderas claras y en segundo, en una aplicación desigual se apreciarán con claridad la superposición de los brochazos.
- Goma laca blanca. En realidad es de color clara de huevo. Es transparente y cuando se aplica a una superficie de madera se conserva el color natural de esta. Puede utilizarse sobre superficies oscuras pero es recomendable sobre todo para superficies claras decoloradas o teñidas en las que el tono de la madera debe quedar tal como es. Presenta, sin embargo, ciertas desventajas que hacen impracticable su uso en determinadas condiciones. Tiene tendencia a volverse blanca lechosa cuando está sometida a elevados grados de humedad, dando a la superficie una apariencia velada y sucia. Además, debido a los productos químicos blanqueadores que se le añaden en su producción, la durabilidad de esta se acorta algo con respecto a su homóloga naranja.
Preparación
- Se llena con escamas de goma laca la tercera parte de un recipiente o botella de cristal.
- Se añade alcohol hasta cubrir completamente las virutas. Se cierra herméticamente y se remueve el recipiente o la botella para facilitar el proceso de solubilización.
- Cuando se haya disuelto por completo, se filtra utilizando una malla de naylon.
- Después del filtrado, se añadirá alcohol hasta llenar el recipiente o la botella por completo.
La solución ya está lista para el uso: la densidad se tendrá que aumentar o disminuir según el tipo de pulimentación que se desee.
Para el barnizado con muñequilla o barnizado francés, hay que preparar una muñeca o tampón, para extender la goma laca.
No es mas que un pedazo de lino cerrado después de haber colocado dentro un poco de cottón y haber vertido algunas gotas de goma laca.
Cuando todo este a punto se empieza a pulir haciendo deslizar rápidamente la muñequilla sobre toda la superficie del mueble, con movimientos circulares y evitando pasar dos veces por el mismo lugar cuando el barniz está todavía «fresco».
Se continua del mismo modo hasta que se alcanza la intensidad deseada. Después de dejar que se seque el barniz durante un día, comprobaremos que ha bajado de tono y, añadiremos una gota de aceite a la muñequilla y volveremos a pulimentar.
Las capas, que se darán
muy seguidas, deberán seguir el veteado de la madera, no en sentido circular.
Hacia la mitad de la operación debe esparcir un poco de polvo de piedra pómez
sobre la parte que tiene que barnizar. Solamente un pellizco, sirve para que el
barniz no se mueva y en consecuencia la goma laca se distribuya mejor. Cuando
notemos que el mueble ya no absorbe tan rápidamente el pulimento, deslizaremos
la muñeca fuertemente con goma laca y comprobaremos como sale el brillo. Al
final humedeceremos un trapo de lino con alcohol y con el dedo empapado en
aceite señalaremos el mueble, seguidamente pasaremos el trapo.
Aplicación de la goma laca
Aunque se puede usar una brocha, este barniz se aplica tradicionalmente con
muñequilla, una almohadilla de algodón que permite extender finísimas capas de
laca sobre la madera. Este sistema evita, además, las marcas que dejan los
pinceles.
Aunque no es difícil aplicar la goma laca, si exige habilidad y mucha
paciencia. Por eso, no es conveniente barnizar un objeto valioso o una gran
superficie sin tener experiencia previa. Lo mejor es practicar antes con piezas
pequeñas y de poco valor (aunque es fácil eliminar el barniz con alcohol en
caso de cometer algún error).
Para barnizar con goma laca se necesita barniz ya preparado (conviene guardarlo
en un envase que tenga un agujero o aplicador en la tapa, para verterlo
directamente sobre el relleno de la muñeca), una muñequilla de algodón; aceite
de linaza, y un trozo de madera para descargar la muñequilla.
Los pasos a seguir en la aplicación:
1. Para cargar la muñequilla, abre el paño exterior para poder verter el barniz
directamente en el relleno.
2. Cierra la muñequilla, y descarga sobre un trozo de madera el producto
sobrante.
3. Aplica con la yema del dedo una gota de aceite de linaza en la base de la
muñeca, para lubricarla.
4. Extiende el barniz. Si la superficie a barnizar es lisa, la primera mano
debes aplicarla haciendo movimientos circulares con la muñeca, intentando cubrir
toda la superficie.
5. Vuelve a recorrer la superficie haciendo grandes ochos.
6. Acaba trazando líneas largas, paralelas y superpuestas en el sentido de la
veta.
7. Después de la primera mano, deja secar el barniz al menos una hora. Se puede
repetir la operación hasta dar cuatro manos.
8. Deja secar hasta el día siguiente.
9. Al día siguiente, pasa por la zona barnizada un papel de carburo de silicio
(un abrasivo muy suave, que eliminará los pequeños defectos). Elimina bien el
polvo, y vuelve a dar cuatro o cinco capas de barniz.
10. Deja secar 24 horas, y repite la operación.
Reparación de daños
El uso diario, o el simple paso del tiempo, acabarán causando inevitablemente desperfectos en la madera de nuestros muebles barnizados con goma laca. Puede que estos daños y desperfectos no sean demasiado importantes, o por lo menos puede que no afecten a la funcionalidad del mueble más allá del factor estético, golpes, rozaduras, y pequeñas grietas, pueden pasar desapercibidos mucho tiempo, pero si alguna vez hemos de restaurar el mueble vamos a encontrarnos con ellos de golpe. Y entonces deberemos saber tratarlos.
Si el daño es grande quizá
se deba cambiar la pieza completa, pero en caso contrario podemos recurrir a lo
siguiente:
Si el problema no es demasiado importante y la reparación relativamente
sencilla, puede bastarnos el uso de una buena masilla para madera. Se trata de
un tipo de pasta, en diferentes tonos para diferentes tipos de madera, adecuado
para rellenar grietas, huecos dejados por nudos, abolladuras fruto de golpes, o
incluso para disimular uniones entre diferentes piezas de madera. El método de
aplicación es simple: Primero se debe limpiar, lijar, la hendidura o cavidad
que vayamos a rellenar. Seguidamente se aplica la masilla con una espátula
procurando eliminar la cantidad sobrante. Tras dejar secar durante el tiempo
indicado por el fabricante deberemos lijar la superficie para eliminar
imperfecciones. Conviene empezar usando una lija de grano más grueso para pasar
a otra más fina en el acabado. Tras la reparación conviene aplicar productos
protectores a la madera lijada.
Si el problema afecta solo a los acabados podemos recurrir al uso de una barra de goma-laca. Se trata de una resina de origen orgánico, producida por insectos, que puede ablandarse con calor para tapar aquellos desperfectos que afecten únicamente a la capa decorativa de la madera. La goma-laca se secará al enfriarse endureciéndose notablemente. Este producto se comercializa en diferentes colores para adaptarse a diversos tipos de madera.
Si los daños son aun de menor importancia, simples arañazos, podemos utilizar fieltros o ceras para retoques. En el mercado existen diversos productos, formatos, y colores para este tipo de reparaciones. Algunos reparadores pueden aplicarse simplemente con un paño bien limpio.